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Cómo alimentarse y alimentar a sus hijos

Madre es madre! Y para la mayoría, la mayor preocupación en el día a día con los niños es sin duda la comida. Algunos porque los niños ...

viernes, 29 de abril de 2011

LOS PADRES INEPTOS


Los padres ineptos
Son personas que no resultan efectivas como padres, o son completamente inoperantes. A veces se encuentran entre los que abusan del alcohol o los estupefacientes. El mensaje para sus hijos es: "Estoy demasiado arrasado para darte lo que tú necesitas". El niño recibe el mensaje y responde de alguna de estas maneras:

—"No puedo contar con ellos".
—"Me abochornan".
—"Trato de evadirlos".
—"Me dan lástima'.
—"Necesitan mi ayuda".
—"Me darán todo lo que pida".
—"Siempre me salgo con la mía".

Cómo se sienten interiormente los hijos de padres ineptos: Los niños que han aceptado el mensaje de los padres ineptos suelen decirse a sí mismos:

— Tengo que protegerlos".
—"Yo soy el que está a cargo de la situación".
— Me preocupan".
— No puedo dormir hasta saber que han llegado a la casa y se encuentran bien".

Los niños que no aceptan este mensaje, se dicen:

— "No los respeto y no estoy dispuesto a hacer nada por ellos".
— "No sirven para nada. Mejor me desentiendo de ellos".
— No puedo contar con nadie. Estoy solo, y es culpa de ellos".

Los hijos de padres ineptos suelen desplegar los siguientes síntomas: irrespetuosidad, actitudes maduras precoces, depresión, tácticas manipuladoras, frecuentes estallidos de cólera. Estos niños se sienten atrapados. Ellos saben que, como a niños, les corresponde que los protejan, y en cambio tienen que ser ellos los que ofrecen protección. Comprender esto puede crear enormes frustraciones.

miércoles, 27 de abril de 2011

Las precauciones ante el desarrollo de las niñas


El pudor que suelen experimentar algunas niñas durante las primeras menstruaciones puede llevarlas a adoptar recursos higiénicos perjudiciales, sobre todo si no se sienten suficientemente seguras para hablar del tema abiertamente. Es importante aclarar que alcanza con cambiar la toalla higiénica varias veces en el día y lavarse más a menudo que lo habitual. Pero no es necesario realizar "baños de asiento" -como se recomendaba antiguamente- ni lavados internos vaginales, que pueden ser dañinos. Del mismo modo, resulta innecesario, y hasta riesgoso, emplear toallas higiénicas "perfumadas" o con desodorante.

Las dudas "¿Cuándo voy a usar corpino?, ¿me puedo depilar las piernas?, ¿por qué me sale tanto vello?, o ¿por qué no me sale?"... En esta etapa, las dudas y los interrogantes son muchos. Por eso, más allá de las explicaciones "técnicas" -que se encuentran al alcance de cualquier libro de divulgación- es bueno tener en claro que nuestras hijas requieren comprensión y apoyo para transitar este momento de su vida. Detrás de su ansiedad, y de sus preguntas se encuentra la angustia de perder sus formas infantiles y convertirse en mujer, que por ser algo desconocido todavía puede despertar temor.

Con el mismo espíritu amplio y comprensivo deberíamos tener presente que todo este vendaval hormonal que provoca la menarca también se manifiesta en estados de ánimo cambiantes. La mujercita necesita que le respeten su intimidad, su necesidad ocasional de estar sola en su cuarto. Pensemos que no le pasa nada, o mejor dicho, ie pasa mucho: está creciendo y necesita acostumbrarse al gran cambio.

lunes, 25 de abril de 2011

Hablar de anticonceptivos


No se puede cerrar los ojos. Convertirse en mujer implica ser capaz de procrear. Es cierto que durante los primeros períodos, muy raras veces tiene lugar una ovulación efectiva. También pasará mucho tiempo antes de que la ovulación sea realmente regular. Pero no existen garantías de que la joven no quede embarazada si mantiene relaciones sexuales.

Muchos padres de chicas de 11 ó 12 años se sienten un poco perplejos ante la idea de tener que abordar este tema con sus hijas. Pero también deberían saber que el seis por ciento de las niñas de 14 años, el 20 por ciento de las de 15 y el 44 por ciento de las de 16 años, empiezan a tener relaciones sexuales, por más precoz qué pueda parecer esta iniciación.

Y lo más grave del asunto es que la mayoría de ellas no toman medidas anticonceptivas las primeras veces. Sabemos que es difícil hablar con las adolescentes sobre los temas referentes a la sexualidad y, en especial, sobre el tema de los anticonceptivos. Pero, un embarazo no deseado puede ser mil veces más traumático que una conversación sincera entre madre e hija. La información es fundamental, tanto si se trata de su primera regla y su significado como si se intenta prevenir un paso en falso. Hablar es la regla de oro.

sábado, 23 de abril de 2011

Trastornos sensoriales


Aunque a simple vista no se detectan, los trastornos sensoriales pueden ser impedimentos para que las cosas vayan bien en la escuela. En los más pequeños, por ejemplo, es difícil descubrir ligeras pérdidas visuales o auditivas, pero es necesario que, ante la más mínima sospecha, se realice un buen reconocimento médico que saque a la luz o descarte cualquier patología.

Otra alteración común es la falta de hierro (se detecta fácilmente con un simple análisis de sangre), que puede provocar cansancio, agotamiento y apatía; lo que repercutirá de forma directa en su capacidad de concentración y estudio.

Como hemos señalado, muchas pueden ser las razones para que el rendimiento escolar no sea el adecuado. La clave está en no pasar por alto los primeros síntomas que manifieste el pequeño, de manera que podamos intervenir antes de que el copo se convierta en una gran bola de nieve. Para que las dificultades se corrijan a tiempo y no se incrementen, es básico no delegar la educación de nuestros hijos en el colegio y procurar una sistemática coordinación con la maestra.

jueves, 21 de abril de 2011

Conflictos emocionales


Aunque nosotros no lo advirtamos, cualquier situación de exceso de estrés en el hogar la capta nuestro hijo y, al final, termina pasando factura en su mundo escolar. La precipitación, las discusiones entre la pareja, el no dedicarles todo el tiempo que ellos necesitan, los celos entre hermanos o el no sentirse suficientemente valorado y estimulado por sus papas son factores que reducen el rendimiento.

También influye mucho el tipo de relación que el niño establezca con sus compañeros de clase y con su maestra, y el papel que tenga asignado en su aula. Tanto en el ámbito del hogar como en el de la escuela, debe sentirse querido, importante y aceptado.

martes, 19 de abril de 2011

Mitos alrededor del período


La ignorancia ha fabricado muchos tabúes y falsas creencias en torno a un fenómeno tan natural como la menstruación. Durante mucho tiempo se pensó que no había que bañarse durante el ciclo. Siempre que el agua no esté muy caliente y no permanezcan demasiado rato en la bañera, todas las mujeres pueden hacerlo sin ningún problema. Tampoco la natación está prohibida si la ocasión se presenta, pero en ese caso, los tampones son imprescindibles.

También pueden seguir yendo a sus clases de gimnasia o danza, pues el movimiento favorece la circulación y relaja los músculos y la mente. Sin embargo, algunas niñas se sienten mal y tienen dolores durante esos días. Esto es tan normal al principio como la irregularidad en la duración de los ciclos y el tiempo que transcurre entre ellos.

Si la joven no se encuentra bien, no hay que obligarla a realizar esfuerzos contra su voluntad. Lo mejor en esos casos es el reposo, calor en el vientre y alguna charla tranquilizadora. Pero si las molestias son fuertes, conviene hacer una visita al ginecólogo antes que automedicarse con analgésicos.

domingo, 17 de abril de 2011

La regla es irregular


Otra cuestión importante que hay que saber es que sólo un uno por ciento de las mujeres tienen el período puntualmente cada 28 días, durante un largo lapso de su vida. Simplemente un viaje, un cambio de clima, una fiebre infecciosa, un problema emocional, un examen difícil... pueden desbaratar totalmente el ciclo de una mujer.

Ya lo dicen medio en broma los ginecólogos: lo único regular de la regla es su irregularidad. Además, el ritmo menstrual varía con la edad. Las chicas entre 13 y 17 años tienen un ciclo de una duración media de 34 días aproximadamente con una desviación normal de nueve días hacia atrás o hacia adelante. En cambio, entre los 30 y los 40 años, el ciclo dura, por término medio, unos 28 ó 30 días.

Volviendo a las jóvenes, después de la primera hemorragia menstrual, las siguientes pueden producirse después de seis semanas o 28 días, siendo ambos casos normales. A menudo ocurre también que después de los primeros ciclos, aparentemente ya regulares, la regla desaparece durante algún tiempo. Esto es totalmente normal, ya que el cuerpo todavía se está organizando y tarda en estabilizarse.

La irregularidad de estos cambios hormonales puede resultar engorrosa para muchas chicas, ya que genera ansiedad. A ello se le suma el hecho de que no acostumbran llevar preventivamente una toalla higiénica a todas partes. De todos modos, actualmente esta situación no es "dramática", porque la publicidad habla con mucha naturalidad de los productos higiénicos; fácilmente pueden pedir una toallita o un tampón prestados.

miércoles, 13 de abril de 2011

La llegada de la menstruación


Llegue en el momento que llegue, la regla suele aparecer inesperadamente. Esto no deja de ser extraño, ya que la menstruación no es un hecho venido del cielo. Mucho tiempo antes, la maduración del cuerpo lo va avisando. El crecimiento de los pechos y del vello púbico empieza uno o dos años antes.

Además, en la mitad de las niñas aparece, entre seis y doce meses antes de la primera regla, el llamado flujo blanco, una secreción viscosa y blanquecina que puede llegar a ser muy abundante. Algunas se asustan ante este hecho. Sin embargo, no se trata de una enfermedad sino de una señal de que los ovarios ya han empezado su producción de estrógeno, la hormona sexual femenina.

Otras chicas sienten, poco antes de su primera menstruación, unos tirones en el vientre o dolores de cabeza. Desde luego, no todas las jóvenes celebran con vítores la aparición de la regla sólo por convertirse en mujer. Muchas se sienten irritadas, asustadas, extrañas y enfermas. A las que no se les ha explicado lo que les va a suceder y les sorprende la regla por la noche, por la mañana corren preocupadas a preguntar a su madre qué es esa mancha de sangre.

Por todo ello, conviene hablar de este tema con antelación y claridad, evitando viejos prejuicios. Hay que explicarles que la sangre de la menstruación no es algo sucio que se debe expulsar. La niña debe saber que el útero se prepara cada mes para recibir un óvulo fecundado, formándose una mucosa gruesa y fuertemente irrigada para que allí pueda instalarse un embrión. Si el óvulo no se fecunda, entonces el cuerpo se deshace de esta mucosa que sale al exterior a través de la vagina.

Por otra parte, no hay que sobreestimar esta pérdida de sangre. Algunas mujeres creen perder hasta tres litros durante el periodo. En realidad, la sangre expulsada cabe en una tacita de café. También conviene saber que la sangre no fluye continuamente, sino que va cayendo gota a gota en diversas oleadas. La hemorragia se puede cortar incluso durante algunas horas. En los dos primeros días es más abundante que en los restantes y a la mayoría de adolescentes les dura entre cuatro y seis días.

lunes, 11 de abril de 2011

Síndromes vinculados al intelecto


Los síndromes vinculados al intelecto más frecuentes en los niños son los de Down y el de X frágil, la disfunción cerebral mínima (el niño tiene disminuida la capacidad de atención, suele ser hiperkinético), los cuadros de autismo (síntoma de algún cuadro psicótico; el niño puede comprender lo que se le dice pero no sabe expresarse, es generalmente quieto y su apariencia puede ser engañadoramente normal). Además, existe una vasta gama de casos de retraso mental y/o de dificultad de aprendizaje.

La familia de niños o adolescentes con esos cuadros deben, obviamente, consultar a un médico (pediatra o clínico, según la edad del paciente); realizar estudios sobre su coeficiente intelectual; estudiar los cromosomas (por medio de un análisis de sangre); realizar un encefalograma o mapeo cerebral, según el caso; hacerle una tomografía computadorizada de cerebro y, por último, un estudio de neurotransmisores (mediante un análisis de orina).

Ese exhaustivo análisis se realiza para tener la seguridad de un diagnóstico certero y evitar toda posibilidad de error que, repetimos, sólo redunda en perjuicio del paciente y su familia.


sábado, 9 de abril de 2011

La primera menstruación de una hija


Estar mal», «estar indispuesta», «tener el asunto», «tener el mes» e, incluso, expresiones tan irrisorias como «ha venido mi tío Andrés», se han utilizado y se siguen usando para designar algo tan natural y sencillo como la menstruación.

Evidentemente, la joven tiene que estar preparada para este importante acontecimiento. En realidad, si ella ha crecido en un ambiente familiar abierto, no necesita una preparación especial. Pero sí debe estar suficientemente informada y cuanto antes mejor, ya que la menarca (primera menstruación) se ha adelantado progresivamente en la últimas décadas. A principios de siglo, la edad menárquica media era de 14 años, mientras que ahora, en general, la primera regla se produce alrededor de los 12 años.

De todas maneras, este lapso es variable. Una joven puede experimentar su primera regla a los 10 años y otras a los 15 o más tarde. Las causas que inciden en que ésta se produzca antes o después son varias: factores hereditarios, circunstancias sociales favorables o desfavorables, condiciones climáticas, talla y peso corporal... Evidentemente, no hay pautas fijas y conviene no obsesionarse con el tema. Es un hecho natural, aunque su llegada suele ocasionar ansiedad y, a veces, conflictos.

jueves, 7 de abril de 2011

La genética aplicada al retraso intelectual de los niños


La genética aporta conocimientos a todos los campos de la mayoría de las ciencias. En el caso particular de la psiquiatría de la infancia y adolescencia, ese aporte es notable, ya que permite hacer un diagnóstico diferencial -es decir, una especie de descarte para determinar cuál es realmente el síndrome que presenta el paciente y que suele "enmascararse", trayendo como consecuencia que al niño se le dé un tratamiento erróneo.

Por ejemplo: puede ser que el niño tenga hipotonía muscular (o sea falta de fuerza), flojera, poca capacidad de atención... Habrá quien les diga a los padres: "Esperen, que ya va a madurar -en la pubertad, por ejemplo-. Eso puede ser cierto en algunos casos, no en todos y si, por ejemplo, el pequeño paciente sufre de un síndrome de X frágil o de una disfunción cerebral mínima, es posible el tratamiento.

Los padres deben tratar de que sus niños con problemas no caigan en esa "bolsa de gatos" que son los niños con retraso y sin diagnóstico. Porque así -lo que es peor-, se les cierra la posibilidad de mejoría.

Muchos retrasos pueden revertirse. En el caso del X frágil, por ejemplo, se le da al niño medicación por vía oral durante cuatro meses y con control mensual. Se evalúan los resultados y, si son claramente positivos, se continúa el tratamiento, que dura aproximadamente dos años. Es preciso tener mucho cuidado con la incorporación de psicofármacos a los niños.

Puede causar el inconveniente de tener excesivamente sedado al paciente, lo cual provoca un efecto contraproducente: el niño no aprende, no se integra al grupo familiar y/o social.

Además, se puede encubrir el cuadro clínico de déficit o defecto de aprendizaje. El suministro de psicofármacos es excelente siempre y cuando esté sometido a un riguroso control del médico.
El diagnóstico equivocado puede tener consecuencias graves para el niño y para la familia, al retardar o impedir la vía adecuada de tratamiento.

martes, 5 de abril de 2011

Niños valientes


Hay niños arriesgados a los que tenemos que frenar constantemente, y otros, más tranquilos, que rehuyen por sistema los juegos bruscos. Es cuestión de temperamento, que en gran parte viene condicionado por los genes.

Está claro que tu hijo necesita más tiempo y apoyo que otros niños. Compararlo con los demás, forzarlo a hacer cosas que le dan miedo y llamarlo "cobarde" o "miedoso" sería contraproducente. Para fortalecer su autoconfianza, hay que elogiarlo por sus pequeñas proezas. Y en casa, dejarlo que ponga a prueba sus capacidades, trepando a las sillas, saltando sobre la cama, etc.

domingo, 3 de abril de 2011

Trastornos sensoriales



Aunque a simple vista no se detectan, pueden ser impedimentos para que las cosas vayan bien en la escuela.

En los más pequeños, por ejemplo, es difícil descubrir ligeras pérdidas visuales o auditivas, pero es necesario que, ante la más mínima sospecha, se realice un buen reconocimento médico que saque a la luz o descarte cualquier patología.

Otra alteración común es la falta de hierro (se detecta fácilmente con un simple análisis de sangre), que puede provocar cansancio, agotamiento y apatía; lo que repercutirá de forma directa en su capacidad de concentración y estudio.

Como hemos señalado, muchas pueden ser las razones para que el rendimiento escolar no sea el adecuado. La clave está en no pasar por alto los primeros síntomas que manifieste el pequeño, de manera que podamos intervenir antes de que el copo se convierta en una gran bola de nieve. Para que las dificultades se corrijan a tiempo y no se incrementen, es básico no delegar la educación de nuestros hijos en el colegio y procurar una sistemática coordinación con la maestra.

viernes, 1 de abril de 2011

Problemas emocionales con los hijos



Aunque nosotros no lo advirtamos, cualquier situación de exceso de estrés en el hogar la capta nuestro hijo y, al final, termina pasando factura en su mundo escolar.

La precipitación, las discusiones entre la pareja, el no dedicarles todo el tiempo que ellos necesitan, los celos entre hermanos o el no sentirse suficientemente valorado y estimulado por sus papas son factores que reducen el rendimiento escolar.

También influye mucho el tipo de relación que el niño establezca con sus compañeros de clase y con su maestra, y el papel que tenga asignado en su aula. Tanto en el ámbito del hogar como en el de la escuela, debe sentirse querido, importante y aceptado.