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Cómo alimentarse y alimentar a sus hijos

Madre es madre! Y para la mayoría, la mayor preocupación en el día a día con los niños es sin duda la comida. Algunos porque los niños ...

domingo, 30 de octubre de 2011

Para que el niño se sienta importante

Desgraciadamente, no se puede decir que nuestras escuelas normales hayan acogido estas ideas con mucho entusiasmo. Sin embargo, aun así un buen profesor sabe que sólo un alumno que conoce el éxito es un alumno contento (y por tanto, motivado), y que hay que tomar medidas si alguna vez este éxito no se presenta por la vía habitual de las notas.

Así, le ofrecerá al pequeño alumno otras oportunidades para sentirse importante; por ejemplo, encargándole el cuidado de las plantas del aula; o si el niño es mayor, la organización de una excursión.

La experiencia del éxito no existe en el vacío; antes de saborearla hay que realizar una actividad. El que alguna vez haya probado «no hacer nada», se habrá dado cuenta rápidamente de que el paraíso terrenal, donde el hombre aún no tenía la obligación de trabajar con el sudor de su frente, debe haber sido, en realidad, un lugar tremendamente aburrido y la expulsión más bien un acto de piedad divina.

Los adultos obtenemos la mayor parte de nuestras vivencias de éxito a través del trabajo. Los que carecen de él no sólo sufren la falta de un sueldo, sino también la falta de oportunidades de éxito. Por la misma razón, un jubilado, para sobrevivir a su jubilación, necesita tener un hobby. No estar ocupado en algo» sino realizar una actividad —útil o creativa— que le proporcione una satisfacción parecida a las vivencias de éxito en su época activa.

viernes, 28 de octubre de 2011

Nacemos con un instinto de acción

Existe una teoría según la cual el hombre nace con un instinto de acción tan fuerte como el instinto de la supervivencia. En tiempos prehistóricos, este impulso de actuar era necesario para que el cazador pudiera dedicarse con las suficientes ganas a la tarea de cazar, vital para sobrevivir. Y como tenía que cazar todos los días a pesar de las fatigas físicas o las inclemencias del tiempo, se creó en él un potencial de acción que se renueva constantemente, como un almacén que no se vacía nunca porque siempre se vuelve a abastecer.

Hoy en día, la necesidad de este instinto parece menos evidente, pero aún persiste. Cualquier madre lo puede observar en su bebé: el recién nacido no sólo posee el impulso innato de alimentarse, sino que también dispone del necesario potencial de acción para que no se le acabe la energía que necesita para chupar. Si se alimenta al bebé con biberón y la tetina tiene un agujero demasiado grande, de manera que traga muy deprisa, ocurre a menudo que el niño siga llorando, aunque su hambre esté satisfecho.

También en el reino animal existen ejemplos de insuficiente consumo de esta energía innata. Ahí está, por ejemplo, el lobo que, un cautiverio, anda continuamente de un lado para otro en su jaula. Está hecho para correr y dispone de la fuerza necesaria para perseguir a su víctima incluso días enteros. No es bastante darle de comer, también necesita su diaria ración de desgaste de energía. Lo mismo les pasa a los caballos: si están muchos días inactivos en el establo se vuelven caprichosos y agresivos... igual que los niños cuando no tienen una ocupación satisfactoria.

miércoles, 26 de octubre de 2011

Relación padre-adolescente

El cambio de mentalidad del padre que descubre una nueva posición con respecto a sus hijos es desparejo a lo largo del país. En algunas ciudades, los padres ya viven la crianza de sus chicos en un sentido más integral, mientras que en otras todavía cuesta más que el hombre, la mujer, los tíos y los abuelos acepten que el varón puede ocuparse del bebé de la misma forma que la mujer.

Esto tiene que ver con la información, que tiene una distribución similar a la de la riqueza: cada vez son menos los que acceden a las novedades, cada vez son más los que mantienen costumbres de otras épocas que podrían cambiarse por otras que generan mejores resultados. Otro tema que va tomando cada vez más peso en la sociedad es la ausencia del padre. El número de madres solteras es cada vez más alto.

También resulta preocupante que la educación pública no se proponga brindar información acerca de la importancia de la maternidad y la paternidad, del cuidado de la anticoncepción y la prevención de enfermedades de transmisión sexual. Sería bueno que se le diera más importancia al tema, para que los chicos pudieran ir pensando en su futuro rol familiar desde jóvenes.

Habría que hablarles de la crianza, de las distintas etapas del desarrollo de los niños, de los buenos hábitos y de muchas cuestiones que puedan darles una formación complementaria a la que reciben en sus casas con respecto a la paternidad. Y, para los chicos que no van a la escuela, las radios y los programas masivos de televisión podrían incluir mensajes educativos.

El chico que se cría sin padre va formándose con diferencias con respecto al que tiene padre y madre. Esta situación que no es ideal genera algunas consecuencias. La mayoría de estos nenes tiene más problemas en la escuela por su rendimiento y por su conducta. Incluso el índice de delincuencia en chicos mayores de 18 años aumenta en el grupo de los que se criaron sin padre.

El padre siempre fue el encargado de mostrarle el mundo a sus hijos, por ser quien tradicionalmente trabajó fuera de la casa. Y también es el que "trae el mundo a casa". Una de sus funciones emblemáticas es la de establecer las normas. Hoy en día la madre se maneja con criterio propio y no amenaza al hijo con lo que va a pasarle cuando llegue el papá; de todos modos en la mayoría de los casos encarna la ley dentro del hogar. Por eso su ausencia se hace sentir.

Siempre es tiempo de mejorar o establecer un vínculo, si los primeros años de vida de los chicos el padre no estuvo presente o bien no llegó a involucrarse del todo en su crianza, puede recuperar su lugar en la vida de sus hijos. Todas las relaciones se cultivan y se van armando de acuerdo a las personalidades. En algunas hace falta tener más paciencia y otras son más espontáneas, pero siempre se pueden empezar a construir.

lunes, 24 de octubre de 2011

Que el niño se sienta importante


Desgraciadamente, no se puede decir que nuestras escuelas normales hayan acogido estas ideas con mucho entusiasmo. Sin embargo, aun así un buen profesor sabe que sólo un alumno que conoce el éxito es un alumno contento (y por tanto, motivado), y que hay que tomar medidas si alguna vez este éxito no se presenta por la vía habitual de las notas.

Así, le ofrecerá al pequeño alumno otras oportunidades para sentirse importante; por ejemplo, encargándole el cuidado de las plantas del aula; o si el niño es mayor, la organización de una excursión.

La experiencia del éxito no existe en el vacío; antes de saborearla hay que realizar una actividad. El que alguna vez haya probado «no hacer nada», se habrá dado cuenta rápidamente de que el paraíso terrenal, donde el hombre aún no tenía la obligación de trabajar con el sudor de su frente, debe haber sido, en realidad, un lugar tremendamente aburrido y la expulsión más bien un acto de piedad divina.

Los adultos obtenemos la mayor parte de nuestras vivencias de éxito a través del trabajo. Los que carecen de él no sólo sufren la falta de un sueldo, sino también la falta de opor- ^ tunidades de éxito. Por la misma razón, un jubilado, para sobrevivir a su jubilación, necesita tener un hobby. No i «estar ocupado en algo» sino realizar una actividad —útil o creativa— que le proporcione una satisfacción parecida a las vivencias de éxito en su época activa.

viernes, 21 de octubre de 2011

LOS COMPONENTES DE LOS DIENTES SANOS

Conviene saber que las coronas de los dientes de leche se forman en el interior de las encías antes de que nazca el niño. Su constitución viene determinada por las sustancias que la madre ingiere durante el embarazo.

La investigación científica ha demostrado, en este aspecto, que los elementos necesarios en la dieta de la gestante son el calcio y el fósforo (presentes en la leche y en el queso), la vitamina D (contenida en el aceite de hígado de bacalao y activada por los rayos del sol) y la vitamina C (existente en las naranjas y limones, en los tomates crudos y en las berzas). Probablemente, son necesarios también otros factores, entre ellos la vitamina A y ciertas vitaminas del grupo B.

miércoles, 19 de octubre de 2011

Ser amigo de los hijos

Adolescentes
El amiguismo entre el padre y los hijos empezó a popularizarse hace unos años y desdibujó la figura paterna. Lo cierto es que un padre no puede ser un amigo, lo bueno sería que siempre ocupara su propio espacio. Esto tiene que ver más con una diferencia generacional que con una cuestión de autoridad.

Si el padre hace de la relación una cuestión de amistad, baja a un nivel de desarrollo, en el que puede sentirse cómodo o no, donde borra la posibilidad de que el hijo aprenda algo de él. Por ejemplo, en el famoso gol , de Diego Maradona a los ingleses, el padre puede diferir de la opinión del hijo y decirle que le parece mal que se gane con trampa.

En cambio, si se preocupa por mantener una postura amistosa, puede llegar a apartarse de sus convicciones con tal de fomentar esa cercanía. Es importante mantener el criterio y no caer en esta trampa que perjudica a los chicos más que a nadie.

lunes, 17 de octubre de 2011

Niños, la importancia de ser importante

"Yo era un estudiante miserable", cuenta un viejo maestro de escuela, hoy ya jubilado y con varios nietos, «hasta tal punto que en el Bachillerato repetí un año dos veces. Así andaba, con la espalda encorvada por el peso de la pubertad y la sensación de ser un fracasado. Lo único que preservaba, al menos en parte, mi autoestima era mi recién descubierta habilidad para volver a hacer funcionar planchas fundidas, lámparas rotas y radios enmudecidas. Era un barrio muy pobre, en el que no se encontraban fácilmente especialistas ni repuestos. El hecho de que todos los vecinos me buscaran -recompensándome a veces incluso con un poco de chocolate- era un bálsamo para mi alma».

El principio que hay detrás de esta experiencia de un viejo maestro juega un papel importantísimo en la pedagogía de todos los grandes reformadores de la educación. Es la sencilla máxima de que un niño necesita sentirse importante, es decir, que no puede existir sin la experiencia de tener éxito al menos en alguna de sus actividades. Y si no lo obtiene en los estudios, hay que proporcionárselo por otras vías.

Por ello, en las instituciones de estos grandes pedagogos siempre se realizan actividades al margen de las asignaturas puramente académicas: música, teatro, danza, deportes, trabajos manuales... un amplio campo para cosechar éxitos, porque cualquier niño posee algún talento o sabe hacer algo especialmente bien.

sábado, 15 de octubre de 2011

EL INSOMNIO DURANTE LA DENTICIÓN


Los primeros cuatro molares, que en el niño normal despuntan entre los doce y los dieciocho meses, son los que más a menudo causan trastornos. El niño se muestra inquieto y caprichoso, y puede perder el apetito durante varios días seguidos. Muchas veces, por la noche se despierta llorando. Puede administrársele una pequeña dosis de algún sedante ligero, luminaletas, por ejemplo.

miércoles, 12 de octubre de 2011

Cambios de generación

Los cambios entre generación y generación tienen que ver con distintos aspectos culturales que influyen sobre los jóvenes; algunos se expresan a través del arte o la política, pero muchos otros están presentes en los actos cotidianos, incluso en los más triviales. Hoy es común ver a un hombre llevando el cochecito de su bebé, cuando hasta hace 20 años llamaba la atención ver a un hombre encargándose de una criatura.

En muchos casos, el varón empezó a cuidar a sus hijos empujado por la situación social o económica. Al quedarse sin trabajo, una cuestión desafortunada, pasa más horas en su casa y eso le da una posibilidad muy positiva: tiene la chance de descubrir que puede disfrutar mucho del contacto con sus niños, de mostrarles sus sentimientos y acercarse desde un costado que antes le quedaba vedado o reservado para momentos especiales. Aprende a disfrutar de sus hijos.

viernes, 7 de octubre de 2011

Mi hijo va a cumplir 18

 
Años atrás, aparecían los permisos, los cigarros,  las llaves de casa, los consejos de un padre, un tío o algún W hombre experimentado. Con cierta nostalgia, los mayores recuerdan los 18 como el momento en que todo era posible. Esta edad simbolizaba (y simboliza) la extrema potencia: el comienzo de la adultez y la plenitud de las condiciones físicas y psíquicas para emprender cualquier proyecto. Es la orden de largada para comenzar una carrera que ofrece un sinfín de posibilidades. Algunos, quizás pocos, tienen clara la meta; otros corren sin saber adonde tienen que llegar. Sin duda, las puertas se abren para todas las oportunidades hasta ahora vedadas. Pisar la línea de los 18 es como legalizar mil inconvenientes y entender que la autonomía finalmente es posible.

"Llegan cosas más serias"


Sebastián, que ansia que pasen dos años para llegar a los 18, nos cuenta:
"Es como que uno tiene más libertad. Te dan más permisos. Ahora querés ir a bailar y no podes ir a cualquier lugar porque no te dejan entrar. En cambio, a los 18, podes ir con toda tranquilidad porque lo vas a lograr. El auto es otro tema, reútil, porque uno ya se mueve solo y no depende de nadie. Yo manejo mi moto desde los 11 ó 12, pero me siento más seguro cuando manejo yo que cuando voy con un chico al que no le conozco sus reacciones."

"Otra cosa que se me cruza por la cabeza es que a esa edad voy a poder estudiar y también trabajar en algo que tenga que ver con mi estudio, así me voy metiendo en tema. Hay cosas que también voy a extrañar, ya que ahora estudio para "zafar" y después voy a tener que saber y alcanzar buen promedio. Yo sé que esta etapa es linda, porque con los 18 también llegan cosas más serias que las que uno vive ahora."


"Grande fui desde los 12"
Juan representa la perspectiva opuesta:
"Para mí, el reconocimiento de ser grande es de afuera, porque grande fui siempre. Desde los 12, bah..., quiero decir que desde entonces tuve responsabilidades como si fuera grande. Mis padres se separaron y, por cosas muy difíciles de explicar, nos quedamos a vivir con papá. Desde entonces, tengo muchos deberes con mi familia, además de estudiar, cosa que hago con bastante éxito."

"Mi papá me emancipó, así que pude hacer algunas cosas más. Yo me encargo de las compras, administro la casa, llevo a mis hermanos a la escuela o a la casa de sus amigos. Ahora, que pasé los 18 y también los 19, soy grande para ver películas con restricciones. Sin embargo, manejo desde los 16: saqué un permiso especial porque cuando mi papá se iba a trabajar, alguien debía movilizarse para las necesidades de la casa. Nunca tuve consejos de nadie, mis amigos son los únicos con los que puedo charlar".

En este caso, el símbolo de los 18 quedó totalmente eclipsado por situaciones traumáticas y accidentales. La madurez de Juan respondió más a situaciones externas que a su verdadera madurez biopsíquica.

martes, 4 de octubre de 2011

El servicio militar

Muchos chicos inmediatamente asocian esta edad con el servicio militar.. Pero, ¿por qué hay hacia esa idea tanta rebeldía, miedo y sensación de que se pierde el tiempo? Quizás porque junto con la aparición del momento de plena libertad, en que los derechos se equilibran con los deberes, aparece el fantasma del sometimiento. En este caso, corporizado en una institución que no permite -o al menos no permitía- elegir y que obliga a un servicio al que no se optó para pertenecer.

Aunque algunos chicos, con muchas dudas o temores de instrumentar iniciativas propias, a lo mejor se sienten a gusto en una institución donde no hay posibilidades para la ambigüedad o la ambivalencia: allí todo es como debe ser. Otros encuentran en la autoridad un modelo a seguir, pero la mayoría se rebela porque consideran que esa etapa posterga sus iniciativas y se opone a la autonomía que tan fer vientemente se intenta lograr. Hay que su bordinarse para acciones opuestas, justo ei el momento en el que la bandera de su lu cha es la libertad.

A los 18, o alrededor de esta edad, generalmente se pasa de la pertenencia a instituciones conocidas, como la familia o la escuela, a otras desconocidas y menos protegidas, como la universidad, el trabajo o el servicio militar. Hasta ese momento todo era controlado, y aun las ansiedades y los miedos tenían su lugar.

domingo, 2 de octubre de 2011

El sexo del hijo que viene

¿Qué razones pueden llevar a un padre o a una madre a desear fervientemente que su futuro hijo pertenezca a uno u otro sexo?
Antiguamente se esperaba con ilusión que el hijo mayor fuera varón para poder así perpetuar el apellido y también, no vamos a engañarnos ahora, porque se le daba un mayor valor al varón, pensando que las hijas representaban una carga. Aún hoy en día, en China, donde el gobierno ha instaurado la política de un único hijo por matrimonio para frenar el crecimiento demográfico, se autoriza un segundo embarazo si el primer hijo ha sido niña.

En otros países las cosas están más equilibradas y el tamaño ideal de familia es la parejita. Es decir, la versión adaptada a los tiempos del "clan" que contaba con un amplio surtido de niños y niñas. Porque así, el matrimonio ve cumplido esos íntimos deseos que, aun a su pesar, subyacen agazapados en el inconsciente: que no desaparezca el apellido del padre, aunque la guía telefónica esté plagada de Rodríguez: contar con el "seguro" de una hija que se ocupe de ellos en la vejez, porque según la tradición las niñas son más dulces y cariñosas; hacer realidad la fantasía del hombre y la mujer de vivir nuevamente, el uno en el niño y la otra en la niña, su infancia y su adolescencia.