Entrada destacada

Cómo alimentarse y alimentar a sus hijos

Madre es madre! Y para la mayoría, la mayor preocupación en el día a día con los niños es sin duda la comida. Algunos porque los niños ...

Mostrando entradas con la etiqueta adolescente. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta adolescente. Mostrar todas las entradas

martes, 14 de junio de 2011

La mejor amiga en la adolescencia


Aunque ya se ha dicho muchas veces, es bueno recordar que "adolescencia" viene de la palabra latina adolescere, que quiere decir padecer. Y es cierto, porque el adolescente sufre y padece con todos los cambios que está viviendo. Pero lo que no suele tomarse tan en cuenta es que los padres también sufren, y no sólo por causa de los hijos, sino porque ellos también están cambiando. Sus hijos ya no son bebés, pero ellos tampoco son los mismos que cuando sus hijos eran bebés. Aceptar estos cambios, abandonar la pretensión de que somos una especie de inmutables pozos de sabiduría -obligadas siempre a hacer lo correcto y a entender todo- es quizás el primer paso para aflojar tensiones.

De todas formas, ¿por qué será que nos resulta más fácil -o menos pesado-entendernos con el hijo varón que con la hija mujer? Como lo expresó Mabel, al comienzo de esta nota: ' 'Con mi hijo, y eso que es varón, tuve menos problemas' '. ¿No será que "precisamente porque es varón" tuvo menos problemas? Las mujeres estamos acostumbradas a que es normal no entender muy bien a los hombres, porque ellos son distintos y de todos modos pertenecen más al mundo de afuera que al de adentro de la casa. Pero con "la nena" es otra cosa. Creemos que debería ser otra cosa, porque ella es mujer como nosotras y, por lo tanto, se supone que estamos capacitadas para saber al dedillo lo que le pasa.

Le decimos a nuestra hija: ' 'Nadie te conoce como yo" .O "la mejor amiga es la madre". ¡Cuidado con la trampa! Abramos bien los ojos y observemos qué es lo que pasa realmente. ¿Acaso la vida cotidiana no nos está demostrando que eso no es cierto y que ha llegado la hora de revisar ciertas creencias?

Nadie conocía como nosotras a aquella bebita; nadie sabía interpretar como nosotras sus llantos y sus pedidos. Pero la beba ha crecido y ya no necesita nuestro pecho cada dos horas para sobrevivir, y ya no busca sólo nuestra mirada, sino que ansia las otras. Por ejemplo, la del novieci-to con el que se pasa dos horas hablando por teléfono, o la de aquella amiga que no es "extraña", "vaga" o "antipática' ', sino una chica como ella, que seguramente la entiende mejor que su madre.

Todos los días, inevitablemente, nuestra hija sigue creciendo. Y a medida que crece, se separa, se aleja. No nos deja de querer ni de necesitar, sino que nos quiere y nos necesita de otro modo.



lunes, 14 de marzo de 2011

Problemas escolares, un llamado de atención


Suena el despertador y todas las mañanas se reiteran las mismas escenas. El joven manifiesta no oírlo, se levanta tarde, y cada vez inventa una excusa diferente. No quiere y no puede ir a estudiar, situación que implica un llamado de atención de envergadura mayor y que tiene que alertarlos, dado que está expresando problemas serios que demandan una ayuda Las motivaciones que provocan el rechazo a la escolaridad y que se manifiestan con un bajo desempeño y hasta con e abandono de sus estudios, deviene de factores difíciles de explicar.

Algunas veces aparecen ante la inminencia de una crisis; por ejemplo, el divorcio de sus padres o la pérdida de un ser querido, una mudanza, etc. Porque sienten temor de no poder responder a las expectativas, a lo mejor demasiado exigentes de sus padres.

Pero esta falta de voluntad hacia la escuela también puede hacer su entrada cuando reclama un lugar en su grupo familiar pues cree -fantasía o no-, que las preferencias se centran en uno de sus hermanos y no en él. O para mortificar a sus padres, como un sutil reproche que intenta darles a entender que tiene dificultades para hablar con ellos. Un buen comienzo de solución sería el que acudan a la consulta con un terapeuta especializado, además de apersonarse a la escuela, en busca de una adecuada orientación. Seguramente, al tiempo se vislumbrarán cambios positivos en el rendimiento escolar.

Podríamos seguir enumerando diferentes problemas que hacen compleja (y hasta diría incómoda) la convivencia con los adolescentes. La sugerencia útil que les proponemos es que traten de detectar los momentos más viables y adecuados para escucharlos y también aquellas situaciones donde es preciso cortar una discusión con un enérgico y simple "no". Los padres tienen el deber de guiar y controlar las conductas psicosociales de sus hijos, pero también deben ayudarlos a desprenderse de ellos para que aprendan a ejercer solos distintas funciones que les posibiliten crecer y madurar.

domingo, 6 de marzo de 2011

Cuando se escapan del colegio



Hay "rabonas" y "rabonas". Algunas son ocasionales e ingenuas; otras, reiteradas y más conflictivas. Todas merecen la atención y el control de padres y profesores.

-Papá, tenes que firmarme la reincorporación.
-Pero, ¿cómo?, ¿faltaste quince días?

Sí, fueron quince certeros y rotundos días los ausentes. Así lo testimonia el papel que el adolescente exhibe temeroso a su padre. La sorpresa inicial va seguida generalmente de una pregunta cargada ya de bronca: "¿Y dónde estuviste?". Porque mamá y papá se acuerdan bien del día que todos se quedaron dormidos y tuvo que faltar, de alguno más por la gripe, de la mañana que fue a sacarse la cédula, de uno o dos días de lluvia... ¿Y el resto?

Según los casos, los padres se enfrentan con un hecho intuido y la sorpresa entonces no es tal, o con una noticia inesperada que los angustia. No sólo están frente al hijo que no cumplió con su obligación de concurrir a clase, sino también ante la incógnita de saber qué hizo en esas horas. Para ellos hay dos transgresiones, y quizá la segunda les pese más.

Este tema no se presta para generalizar: hay "rabonas" y "rabonas". Algunas son ocasionales, otras muy frecuentes. Están los chicos que faltan sólo para salvarse de una prueba o de una lección, y los que usan ese tiempo para reunirse con sus amigos en un café, escuchar música, salir con una chica o un muchachito, o simplemente vagabundear sin rumbo.

Y también hay jóvenes que quieren probar y se "ratean" para no ser menos que sus compañeros -más acostumbrados a estas aventuras- y conseguir así su aceptación. Por lo general, estos chicos no pueden disfrutar mucho de esas horas libres, y se sienten culpables. Están incómodos, tensos, no saben bien qué hacer. Lo más probable es que terminen contándoles la "hazaña" a sus padres, o hagan algo para ser descubiertos.

Pero en cualquier caso es importante conocer cuál es la relación de cada adolescente con su familia y el control que los padres tienen de las actividades de su hijo. Sólo así se descubrirá el verdadero motivo de la falta.

viernes, 25 de septiembre de 2009

el adolescente

el adolescente
Los descubrimos confundidos y nos desesperamos con ellos. Su angustia nos angustia. Sin embargo, sabemos que es necesaria para su crecimiento. Crecer duele. Conectarnos con nuestros miedos sirve para emerger de ellos con solidez.
La orientación vocacional es un proceso que decanta en cada uno en tiempos distintos. No hay recetas ni baterías de tests psicológicos que garanticen la felicidad. Lo que la convoca es la seguridad que uno está haciendo lo mejor que puede en ese momento. Al estudiar todas las posibilidades y aptitudes personales es posible elegir mejor.

Muchos adolescentes desde criaturas sueñan con ser algo determinado. Otros, después de mucho recorrer, descubren qué es aquello qué les gustaría ser. También existen los que no se cuestionan y hacen lo que deben o aquello que sus padres quisieron para sí y no pudieron. Concretan los sueños de los progenitores, no los propios, realizando exactamente lo que mamá y papá les enseñaron. Son contadores, comerciantes o artesanos... como sus padres.
El crecimiento de nuestros hijos nos enfrenta con el nuestro. No queremos que se equivoquen, que sufran, ni pierdan el tiempo... como nosotros. Tampoco deseamos que se dañen aunque sabemos que deben darse su propio oolpe. Es difícil frenarnos para no atajarlos, sin embargo es la única manera de no recortar sus alas.

jueves, 3 de septiembre de 2009

los adolescentes

los adolescentes
En general los adolescentes tienen hermanos pequeños y esto debe tenerse muy presente. De su actitud ante los cambios o demandas del adolescente dependerá la de los hermanitos menores cuando crezcan. Las habituales bromas que descolocan a los hermanos mayores se transformarán en admiración. Para el flamante adolescente ser tomado como modelo por sus hermanos será gratificante y colaborará con hacerlo sentir menos torpe.

Son de esperar las conductas contradictorias, como dependencia-independencia, momentos de profundas fantasías con salidas estrepitosas. Estas actitudes fluctuantes lo ayudan a aceptar la pérdida de la infancia. Los ensayos constantes de pérdida y recuperación son pruebas que hace para organizar su nueva realidad. Los padres deben mostrarse comprensivos, pero firmes. Recuerde que éste también es un aprendizaje para toda la familia.

domingo, 30 de agosto de 2009

adolescentes

adolescentes
Cuando una madre ya ha pasado por esa etapa algunos comportamientos adolescentes son normales, por ejemplo su distracción, las contestaciones y la desprolijidad, se pasan escuchando música y pasan poco tiempo en casa, mirando tv o simplemente encerrado en su cuarto. Si por primera vez se tiene a un hijo en esta etapa los cambios en su conducta suelen ser preocupantes. A partir de los 12, los cambios parecen más rápidos y, sin duda, son de lo más variados. Esta situación exige de los padres una actitud alerta. Dialogar con un hijo adolescente, cuando éste tiene 16 años y está en plena rebeldía, será mucho más difícil si antes fue un chico dócil.

El desarrollo biológico exige una nueva organización de su personalidad, pero también del entorno. Es importante que, en este momento, los padres compartan su visión y sus sentimientos al respecto. Hay parejas que pasan a sentir una sensación de deterioro o impotencia. En este instante es fundamental que los padres puedan ayudar al chico a aceptar estas transformaciones, siempre que ellos las hayan aceptado.

viernes, 14 de agosto de 2009

Estres adolescente

 
Lamentablemente el estrés no ataca solamente a los adultos sino que parece que nadie se salva, mucho menos los adolescentes que están pasando por una etapa bastante complicada debido a los constantes cambios a los que se enfrenta.  Lo malo es que suelen tener pocas herramientas o recursos para enfrentarse a esos momentos adversos, mucho más si no cuentan con el apoyo de sus padres o pares, o ellos mismos no sienten la confianza suficiente como para pedir ayuda.  La vida actual les exige mucho a los jóvenes que viven en una cultura en la que lo que más importa es lo que se "tiene" y no lo que se "es", lo que genera en los adolescentes niveles de estrés preocupantes.  Estar atentos a el sufrimiento de los hijos será una obligación para poder evitarles un poco al menos el mal momento.

jueves, 13 de agosto de 2009

Hijo adolescente

 
Cuando los niños crecen  y atraviesan la etapa de la adolescencia empieza a molestarles que sus padres pretendan acompañarlos a todos lados. Ellos tienen muchas actividades en las que se pueden desenvolver perfectamente bien solos, como por ejemplo asistir al colegio, a un club deportivo, pero no siempre es así, hay momentos en los que sí deberá estar como los actos escolares o los eventos deportivos que ha estado preparando.  Incluso el adolescente puede hacerle creer a sus padres que le es indiferente que asistan pero tengan en cuenta que esto no es así, necesitan señales de amor y cariño, no todo el tiempo, pero las siguen necesitando como cuando eran pequeños. 

miércoles, 12 de agosto de 2009

Los amigos

 

Entre los elementos que suelen criticar los padres con respecto a sus hijos adolescentes, se encuentran sus amigos. Esto no está para nada bien, no deben espantarlos con sus malas caras, pues ellos no dejarán de salir juntos, sólo que se empezarán a relacionar lejos de su casa, y esto es justamente lo que un padre no quiere.  Acéptelos con agrado, siempre respetando reglas de buenas costumbres, pero no sea tan dura, esto incluso mejorará la relación con su hijo que reconocerá que se respetan sus decisiones y sus elecciones. 

martes, 11 de agosto de 2009

Criticas


Otro de los inconvenientes que surgen en la relación de los padres con los hijos en la edad de la adolescencia es que uno se vuelve demasiado criticón, o sea todo termina molestándole a los padres, la música, la ropa, los amigos, las modas. Esto no debe tratarse de esta forma, pues ellos actuarán de una forma opuesta incrementando los elementos que desagradan a los padres como forma de desafiarlos, acepte sus costumbres, en general son modas pasajeras, quién no las ha vivido.

lunes, 10 de agosto de 2009

Límites


Como comentamos en el post anterior son cinco los errores que uno suele repetir como padre de un adolescente, el segundo de ellos (ya tratamos el primero), es el de no entregar nunca el control de las situaciones, por más que hayan crecido están necesitando límites constantemente. Ellos buscarán todo el tiempo alejarse de la familia en un reclamo de independencia pero no puede permitírseles. Los padres deberán mantener el equilibrio entre la nueva dosis de libertad que se les otorga pero sin perder el control. Los adolescentes deben saber que con la libertad surgen más responsabilidades.

domingo, 9 de agosto de 2009

Hijos adolescentes


Son cinco los errores más comunes que cometen los padres al relacionarse con sus hijos adolescentes, todos serán fáciles de reconocer si usted está en esta situación. El primero que comentaremos es el de Criticar y Desilusionar. Justamente el período de la adolescencia es un momento difícil en el que no siempre se pueden aceptar las críticas sin sentirse mal. Lo que en general necesitan los adolescentes son consejos e información, pero nunca debe llegar acompañado de un sermón, pues no será ni siquiera escuchado por los jóvenes. Lo importante es ser tolerante y comprensivo con ellos, seguro tomarán mejores decisiones si no se los presiona.

sábado, 8 de agosto de 2009

El adolescente y los padres


La relación de los padres con los hijos adolescentes no siempre es la mejor, y a veces se debe a errores que comunmente cometen los padres. Es importante tratar de evitar las críticas demasiado fuertes y no estar constantemente sermoneando a los hijos, esto los hará alejar. Trate siempre de conocerlos para no repetir los errores que a veces cometieron con uno mismo. Las intenciones no serán nunca malas pero los caminos suelen ser erróneos y llevan a la relación padre e hijo por una serie de enfrentamientos y malos entendidos. Lo primordial es saber escuchar.