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miércoles, 28 de diciembre de 2011

Las preguntas sobre sexualidad

Todas las preguntas tienen respuesta

Es fundamental contestar siempre a sus preguntas. Irse por la tangente o eludir el tema es defraudarlos y coartar su natural curiosidad. Debemos responder la verdad, explicar las cosas de una forma clara, natural, cargada de sentido común. Evitar los razonamientos complicados, los tecnicismos y el obsesionarnos por dar una respuesta muy precisa. Respondamos de modo natural y ayudándonos de pequeñas comparaciones y ejemplos.

El niño no siempre podrá entendernos, pero esto no es tan grave. Lo que importa es que sepa que las preguntas tienen respuestas. Nuestra misión es responder a las cuestiones más complicadas de la forma más espontánea posible, de la misma manera que se contesta a cualquier otro interrogante que planteen.

En el mercado existen buenos libros dedicados a los niños, con ilustraciones y explicaciones sencillas, que son excelentes auxiliares de los papis en este tipo de información. Y una regla de oro: adaptar la respuesta a la mentalidad de cada chico, no dando más explicaciones si queda satisfecho. No ir nunca más allá de lo que su curiosidad pide. Tan malo es quedarse corto como excederse y dar una explicación que no entienden o no viene al caso. Y, sobre todo, hay que hablarles del sexo honestamente, explicando sus peligros para que puedan defenderse. El sexo es un valor y no hay que relacionarlo con temas negativos, ya que se corre el riesgo de que se identifique así. Es bueno que los chicos ejerzan su sexualidad. Es una calle que tienen que aprender a cruzar, no un precipicio.

sábado, 24 de diciembre de 2011

La sexualidad con naturalidad


Naturalidad; es un tema más en el marco de la educación global

Si de los siete a los once años es la etapa de lo biológico, a partir de esta edad se entra en la fase de lo social. Puede hablarse ya a los hijos sobre prostitución, homosexualidad y pornografía. Pero, sobre todo, debemos hablarles de los desequilibrios hormonales que van a experimentar y cómo eso va a afectarles.

Lo más importante es que, en todos los casos y a todas las edades, a la hora de hablar de sexo con los hijos lo hagamos con naturalidad, contestando a sus dudas siempre de una forma adecuada al desarrollo intelectual y emocional de cada niño, en el marco de su educación global y anticipándonos, esto es, dándoles una verdadera orientación.

Hay momentos clave en los que los chicos tienen que recibir información. Para eso no debemos sentarnos y darles una charla, en plan educativo, sino aprovechar cualquier oportunidad, al hilo de un aviso, de una situación, un chiste, etc.

martes, 20 de diciembre de 2011

Hablar con los hijos sobre sexualidad


Siempre hay que adelantarse al desarrollo del niño. Antes de que cumplan los once años, hacia los nueve o los diez, tienen que estar informados a la perfección de todo, sin esperar a que la nena tenga la primera menstruación o el varón su primera eyaculación. Según algunos expertos, para entonces ya tienen que conocer todos los riesgos y ventajas del sexo. Por lo tanto, deberíamos hablar con ellos antes y en forma clara, y no una sola vez, sino varias.

Ya bien avanzada la pubertad, conviene insistirles bastante sobre los anticonceptivos.

Según el caso en cada familia no habría por qué respetar su posible pudor con respecto a determinados temas. Pero que sepan acerca de la anticoncepción es importante, ya que esto contribuirá a educarlos para una maternidad y paternidad responsables. Es conveniente conversar sobre todas las cuestiones de la vida sexual.

Los padres deben tener en cuenta que, a partir de los once años, los chicos ya no son tan receptivos a lo que les digamos. A esa edad ya tiene más peso el grupo de amigos que la familia, por eso todo esto hay que hacerlo antes. Es importante que en esta etapa, de siete a once años, el niño conozca los riesgos del sexo, igual que conoce el peligro de cruzar una calle.

viernes, 16 de diciembre de 2011

Educación sexual a los 7 años


A partir de los siete años: información científica y exhaustiva

Desde muy pequeños los niños deben conocer ya los nombres correctos de sus órganos sexuales y recibir una respuesta clara a todas sus preguntas, aunque ya hemos dicho que no son necesarias explicaciones complicadas ni demasiado detalladas. A un niño pequeño le basta con saber que el hecho de que su pene se ponga para arriba es algo que a veces hace el cuerpo naturalmente, como cuando la piel se pone 'de gallina. 

Cuando crezca más, se le podrá hablar del papel que cumple la erección para posibilitar el acto sexual, algo, por cierto, facilísimo de entender." Para eso, hay que ir preparándose a partir de los siete años, edad en la que los chicos atraviesan otra etapa fundamental en su aprendizaje sexual.

A partir de los siete, entran en la fase que los sexólogos denominan como racionamiento científico, que llega hasta los once años; es la edad del aprendizaje, por eso los padres deben utilizar un lenguaje correcto y ofrecer una información amplia, expresándose correctamente. Hay que hablar de óvulos y espermatozoides, y avanzar, todo el tema de la reproducción, anticoncepción y enfermedades de transmisión sexual.


lunes, 12 de diciembre de 2011

Explicar a un niño el embarazo


Para explicar el embarazo, por ejemplo, se puede decir que la semilla es tan chiquita que tiene que estar protegida dentro de la mamá hasta que se haga grande. Puede ser que el niño  quede satisfecho con la respuesta, pero puede ser que quiera saber más: "Sí, pero, ¿cómo se metió en la panza?".

Para los más chiquitos basta con la explicación de que los niños se forman allí porque papá y mamá se quieren, se ponen muy juntos y se besan y se abrazan. También es importante decirles que los bebés vienen porque se los desea.  Normalmente ni piden ni necesitan saber más.

No hay que extralimitarse ni quedarse corto.

Cuando vayan siendo algo más grandes, habrá que ir ampliando el contenido informativo de nuestras respuestas, siguiendo la regla de oro de que no hay que quedarse corto ni excederse, es decir: responder siempre abierta y claramente a sus preguntas, pero no ir más allá de lo que su curiosidad nos pide.

Por ejemplo, si es un niño de cinco o seis años el que hace la pregunta "¿Y cómo entra la semilla?", típica en esta edad, es el momento de explicar que el pene de papá es como un tubo que entra en la vagina, el hueco que tiene la mamá. Hay que dar explicaciones muy reales y muy ajustadas, sin darle más vueltas ni más importancia. Con frecuencia los padres tienden a envolver toda esta historia de amor, pasión y magia: Papá y yo nos queríamos tanto...', y es que, inconscientemente, se relaciona el sexo con algo malo y, por eso, se envuelve en amor y pasión, que se consideran valores positivos. Quizá sea mejor explicar estos temas de manera más racional.

viernes, 2 de diciembre de 2011

Las respuestas a los niños


Lo ideal es abordar el tema cuando el pequeño muestre interés o dé muestras de querer comenzar el diálogo. Para eso, nada mejor que aprovechar esas ocasiones ideales, esos momentos privilegiados que nos ponen el tema en ban-deja, como es un embarazo o un nacimiento cercano. Hay que tener en cuenta que un niño debería saber -ya antes de los tres años- que los bebés crecen dentro de su madre.

Es importante olvidarnos del clásico cuento de la cigüeña o el origen parisino de los bebés. Tampoco tienen sentido las teorías que buscaban un símil en el mundo vegetal para explicar el origen de la vida. Debemos arrinconar también la famosa teoría de las flores y comenzar las explicaciones dando sólo un anticipo, sin ofrecer demasiada información ni usar todavía un lenguaje muy técnico. Hablar de una forma sencilla, clara y corta. No llegar más allá. Para hablar de las diferencias entre los chicos y las chicas, a veces, es útil recurrir a una ilustración.

Las verdades de Perogrullo a los niños les encantan y las entienden. La mejor manera en que ellos reciben la información es si se les hace llegar en forma de cuento.

La típica pregunta "¿De dónde vienen los chicos?", ya no nos plantea ningún problema a los padres: "Están en la panza de sus mamas porque ahí es donde están todos los bebés antes de nacer", puede ser una buena respuesta.

Puede explicarse a los niños que una semilla de dos partes, una que pone papá y otra que pone mamá se juntan dentro de mamá para formar el bebito.

lunes, 28 de noviembre de 2011

Educación sexual


Hacia los dos años y medio, el niño empieza a controlar esfínteres. Por lo tanto, es un momento perfecto para que papá acompañe al niño al baño, le enseñe cómo él hace pis de pie y cómo se limpia. La mamá podrá hacer lo mismo con su hija. No es por una razón especial, simplemente porque suele enseñar mejor quien lo practica. Así que cada uno demostrará a su manera estas tareas comunes diferenciadas por el género.

De todas formas, hasta la edad de tres años y medio, los niños no son plenamente conscientes de su propio sexo, eso sí, la curiosidad sobre el tema suele empezar a surgirles ya desde un poco antes.

Un buen día, probablemente aprovechando una de esas situaciones, el varón o la nena preguntarán "¿por qué un chico es un varón y no una nena?". Seguramente no será el primer aviso. Y es que entre los tres y los cuatro años, entran de lleno en una etapa nueva divertidísima y agotadora: la edad del "por qué". Ahora pueden llegan a formular hasta cuatrocientas preguntas diarias. Las hay de todos los tipos y, en lo que respecta al sexo, con tales grados de complejidad e imaginación que más de una vez nos harán tragar saliva y palidecer. Los chicos son así, ocurrentes y curiosos. No saben lo que son los tabúes ni prejuicios y, por lo tanto, preguntan sin miedo ni medida.

domingo, 20 de noviembre de 2011

Educación sexual desde el nacimiento


La educación sexual debe empezar ya desde el nacimiento

Según los expertos, los padres podemos comenzar a impartir una buena educación sexual a nuestros hijos desde el mismo momento de su nacimiento. Basta con dejar al bebé desnudo durante algún tiempo al día. De esta forma el niño puede percibir sus genitales como una parte más de su cuerpo, si están siempre cubiertos con el pañal, las neuronas se insensibilizan y es como si no existieran.

Además, hay que tratar la zona genital de la misma manera y con el mismo mimo con que se trata cualquier otra.

Los especialistas en sexología han observado que los papis que, con tanto cariño y tanto cuidado, lavan y besan el cuerpo de sus bebés, llevados por un pudor, consciente o inconsciente, actúan de una forma más rápida o agresiva cuando llegan a los genitales. Por lo tanto, una buena manera de empezar a transmitir que el sexo es un valor positivo consiste en no eludir su zona genital y continuar lavando y cuidando amorosamente la colita y genitales del bebé con el mismo mimo con que tratamos todo su cuerpo.

Cuando el bebé cumple dos años, entra en la etapa del reconocimiento de su propia imagen, fase conocida como la del espejo. A esta edad hay que dejarlo desnudo ante el espejo para que reconozca su propio cuerpo.

Es una etapa ideal (si es que las consignas familiares permiten) para que los pequeños convivan con sus padres desnudos, si esto pertenece a la ideología educativa de los padres, y aprendan cómo son los genitales de los adultos, al mismo tiempo que a limpiar y a cuidar su cuerpo.

miércoles, 16 de noviembre de 2011

Hablar de sexo con los hijos


Es normal hablar de sexo? Tanto los expertos como los padres estamos de acuerdo en que éste es un tema que hay que hablar, dentro de lo posible, abiertamente con los hijos. Sin embargo, en la práctica la cuestión no siempre es fácil. Algunos han pasado de la vergüenza, el no saber como empezar o no encontrar las palabras adecuadas, a dar un discurso pesadísimo a la mínima pregunta. Y es que los adultos, a veces, tenemos una clara tendencia a complicar las cosas más sencillas.

Es evidente que, si no hubiese cuerpos ni sexo, no existiríamos. La mayoría de los niños piensa mucho sobre su cuerpo, el sexo y la vida. Los jóvenes hablan y hacen chistes al respecto, y nosotros, los adultos, también. Nuestro universo cultural está plagado de imágenes de sexo. Los escritores lo describen, los pintores lo llenan de color, los científicos lo investigan y los músicos le ponen la melodía.

Y la televisión, la radio, los videos y el cine rezuman sexo, al igual que los libros, las revistas y los avisos publicitarios. Es bastante lógico que los niños, siempre en diálogo permanente con el mundo que los rodea, piensen sobre el cuerpo y el sexo, quieran saber cosas al respecto y nos pregunten sobre eso.

Es obligación nuestra, como padres, explicarles que la sexualidad trata muchas cosas: los cuerpos, el desarrollo, las familias, los bebés, el amor, el cariño, la curiosidad, los sentimientos, el respeto, la responsabilidad, la biología y la salud, pero que también hay momentos en los que la enfermedad v el peligro pueden formar parte del sexo. En nuestras manos está el resorte fundamental para que nuestros hijos aprendan todas estas cosas en el momento adecuado y de una forma sana, si es posible, divertida.

jueves, 13 de enero de 2011

Educacion sexual


La sexualidad de los hijos

Uno de los temores que aparecen en los padres de adolescentes cuando piensan en dar información sobre sexualidad y anticoncepción a sus hijos, es incrementar en los jóvenes una vida sexual activa. Sin embargo, tapar la sexualidad, ocultando información, no evita que ésta exista. Si los adolescentes no son informados sobre sexo, no significa que no lo practiquen. La sexualidad no puede ser evitada y siempre lo mejor es que los padres la enseñen. La información clara y directa sobre sexualidad transmitida por la familia despeja fantasías y otorga seguridad, confianza y protección.

Sabemos que un gran número de adolescentes se embaraza sin desearlo, dentro de vínculos no estables, que las hacen optar por abortos clandestinos o una maternidad forzada. Esto puede ser evitado brindando información.

miércoles, 24 de febrero de 2010

Sexualidad jovenes


Claves para que los jóvenes vivan mejor

La edad difícil puede revertirse si hay entendimiento y comprensión mutuas.

1. Distingan entre el amor y la pasión sexual. La segunda a veces es la satisfacción temporaria de un deseo físico. El amor es un sentimiento más profundo de querer hacer lo correcto para la persona querida.

2. Planifiquen su vida y trabajen siguiendo este plan. La vida es un viaje y hay que hacer el mapa para poder llegar a destino. Fíjense una meta y entonces piensen cómo lograrla.

3. El éxito es lo que ustedes son, no lo que hacen.Tienen que tratar de convertirse en personas exitosas, pero el éxito no se mide por el tamaño de sus cuentas bancarias, sino por la profundidad de sus almas. No se enreden en posesiones materiales. Si son buenas personas, que ayudan, aman y respetan a los demás, serán exitosos a los ojos de sus pares.

4. Aprendan a disfrutar de la vida sin ayudas extrañas. Se los bombardea con mensajes que glorifican el alcohol y las drogas, pero éstas sólo los ciegan para la verdadera belleza de la vida.

5. Rodéense de gente positiva. Hay demasiadas personas negativas en el mundo. Serán más felices y harán más felices a los que los rodean si tienen una visión optimista.