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viernes, 25 de febrero de 2011

Recuperar cursos en vacaciones


Con respecto a los menos afortunados, hemos de pensar primero en los motivos de su fracaso escolar, ya que cada caso es distinto. Y si la clave de una buena recuperación reside justamente en que ésta se adapte a las características concretas de cada niño, no olvidemos que no existen cuadernitos "a medida". Por lo tanto, no pueden ayudar a todos los escolares por igual.

Además, el verano no suele ser una época propicia para recuperar un curso entero. Por lo general, el trabajo forzado sólo consigue aumentar la desmotivación del niño y su aversión por el estudio. Esto no significa que haya que abandonarlo a su suerte pero, desde luego, su salvación no pasa por llenarle las vacaciones con cuadernitos.

Cómo mínimo, sería conveniente darle un mes de absoluta vacación escolar, sin trabajo, antes de tomar otras medidas; por ejemplo:

• Elaborar junto con la maestra un plan de estudios individualizado para recuperar en vacaciones. Dicho plan debe incluir, además, un horario de estudio, la creación de un clima adecuado que favorezca la concentración, y cuadernitos sólo como un material de apoyo más (no el único).

• Si existe la voluntad o la costumbre de utilizar estos cuadernitos, no debemos elegir el primero que veamos sino aquellos que guarden mayor relación con los libros de texto utilizados durante el curso; los que no supongan un gran cambio en los modos de explicar y presenten el trabajo al que el niño está acostumbrado y los que admitan la utilización de otros materiales.

En cualquier caso, nunca deberíamos olvidar que para nosotros las vacaciones son sagradas, lo hayamos hecho bien o mal durante el año. Nosotros, los adultos, necesitamos cambiar de actividad si queremos volver revitalizados, ellos también.


miércoles, 23 de febrero de 2011

Actividades educativas para las vacaciones


Los niños que han obtenido resultados satisfactorios se merecen la mejor recompensa: no estudiar nada en vacaciones. Volver a insistir sobre los mismos aprendizajes sería difícilmente justificable y de dudosa productividad. Es cierto que hay niños devoradores de actividades escolares que hasta piden los cuadernitos por propia iniciativa. Sin embargo, hay otras alternativas para ofrecerles:

• Algunos buenos libros. Leer es una actividad más grata y motivadora, compatible con el ocio y que, a la vez, exige trabajo intelectual.

• Actividades de tipo manual (dibujos, maquetas, construcción de aparatos sencillos, etc.), que no sólo van a precisar de su habilidad, sino también de su paciencia.

• Facilitarles los suplementos infantiles de los diarios, que contienen ideas atractivas para llenar el tiempo de ocio.

En definitiva, de lo que se trata es de que el niño cambie sustancialmente de actividad.

martes, 22 de febrero de 2011

Estudiar en las vacaciones


Cuando llega la hora soñada de arrinconar por unos meses el ajetreo de libros, fotocopias, cuentas, mapas y problemas por resolver. Sin embargo, es una costumbre, cada vez más extendida entre maestras y padres, la de invadir el período estival de los niños con actividades de estudio. Para ello, acuden a los cuadernitos de vacaciones que, por lo general, no son más que un resumen de los aprendizajes más importantes que han debido realizar durante el curso.

La intención no es mala

Los adultos pensamos que un largo verano sin tocar un libro va a perjudicarlos cuando vuelvan a clase. Tememos que se les olvide todo y creemos que no es bueno que holgazaneen... Pero de ahí a considerar los cuadernitos como el bálsamo que los aliviará del mal de la pereza o como un compañero milagroso que les hará recuperar en varios días lo que la maestra no ha conseguido en varios meses de trabajo, hay todo un abismo.

Posiblemente, sólo consigamos tranquilizar nuestras conciencias. Por ello, es conveniente plantearse hasta qué punto es necesaria su utilización, al menos de manera indiscriminada.

Es indudable que estos cuadernitos de verano pueden resultar materiales ventajosos para repasar lo realizado en el curso escolar y, por otra parte, pretenden servir de instrumento de recuperación para los chicos con resultados finales deficientes. Su diseño es muy atractivo y los pequeños pueden creer que su cuaderno es, como la bici, el traje de baño o los helados, un elemento más de las vacaciones estivales.

sábado, 15 de enero de 2011

Vacaciones niños


Estudiar en Vacaciones

Las vacaciones y feriados son, en ocasiones, perjudiciales, pues el niño pasa mucho tiempo sin tocar libros. No se trata de «aguarle la fiesta», pero sí de evitar la pérdida de contacto demasiado prolongado de tareas escolares. Media hora dedicada al repaso en un momento que no sea inoportuno, puede establecer la necesaria continuidad.

Por otro lado, ten en cuenta que la afición al estudio y a la lectura se desarrolla más fácilmente en aquellos niños cuya familia lee. Una casa con la tele puesta a todas horas y donde nadie hojea un libro, no es buen caldo de cultivo para establecer esta afición.

Un buen diccionario no debe faltar. Aclara dudas, riquece el vocabulario y mejora la ortografía.

Hay una edad, precisamente, en que los niños desarrollan una fiebre de diccionario muy positiva. Y más aún, si el diccionario tiene varios tomos y es ilustrado.